miércoles, 23 de noviembre de 2016

CONDICIONAMIENTO CLÁSICO Y OPERANTE

DIAGNÓSTICO Y ORIENTACIÓN PSICOPEDAGÓGICA
4 CURSO GRADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA

Grupo “Clave de Fa”: Cristina Cuesta Jiménez



CONDICIONAMIENTO CLÁSICO Y OPERANTE


El Conductismo utilizó el condicionamiento clásico y el operante para explicar el aprendizaje de muchas de las conductas que estudió. El condicionamiento clásico y el operante tuvieron como precedentes los descubrimientos de dos investigadores, fundamentalmente, Pavlov, aunque sus ideas no eran conductistas va a proporcionar al Conductismo las bases de uno de sus paradigmas fundamentales el condicionamiento clásico, y Thorndike, el cual creó el antecedente al paradigma operante de Skinner.

Se llama condicionamiento clásico a la creación de una conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya existente. De una manera más concreta se ha venido definiendo como el aprendizaje según el cual un estímulo originariamente neutro, con relación a una respuesta, llega a poderla provocar gracias a la conexión asociativa de este estímulo con el estímulo que normalmente provoca dicha respuesta.

El Condicionamiento Clásico



Se trata de un aprendizaje, porque aparece una nueva conducta. Es decir, una nueva relación estímulorespuesta y además esta nueva relación es producto de la experiencia.
El condicionamiento clásico parte del descubrimiento del reflejo condicionado por Pavlov, a partir de una investigación que estaba realizando sobre el funcionamiento de las glándulas digestivas. Pavlov utilizaba perros para hacer sus experimentos. Les daba comida y registraba algunas de las respuestas glandulares que los animales daban ante el alimento. Una de esas respuestas era la secreción salival.

Lo que resulta sorprendente es que Pavlov lograra que los perros dieran esta misma respuesta fisiológica, la salivación, ante un estímulo neutro que inicialmente no producía esta respuesta. Este estímulo neutro era el sonido de un timbre.
El procedimiento fue, aproximadamente, el siguiente: cada vez que se le daba alimento (EI) al perro, hacía sonar un timbre (EC). Después de repetidas asociaciones entre estos dos estímulos, comida (EI) y sonido del timbre (EC), comprobó que el perro salivaba (RC) con la sola presentación del sonido del timbre. Esto significaba, que el organismo del animal había aprendido a emitir la respuesta de salivación (RC), ante un estímulo, inicialmente neutro, diferente (EC) del natural. A este proceso de aprendizaje es a lo que se denominó condicionamiento clásico.

En el caso del experimento de Pavlov el estímulo era positivo, pero también se puede producir condicionamiento clásico con un estímulo negativo o aversivo. Vladimir Bechterev empleó un método esencialmente igual al del experimento de Pavlov, pero en lugar de un estímulo positivo, utilizó uno aversivo. Un estímulo neutro, sonido (EC) se hizo seguir de una descarga eléctrica (EI) en una de las patas delanteras del perro. El sonido no tuvo inicialmente ningún efecto sobre la conducta del perro, mientras que la descarga suscitaba siempre una respuesta de flexión (RI). Sin embargo, después de sucesivos emparejamiento, la respuesta de flexión de la pata (RC) apareció también ante el sonido solo. En este caso también se produjo un condicionamiento, un estímulo inicialmente neutro fue capaz de producir una determinada respuesta, pero a diferencia del experimento de Pavlov el estímulo utilizado para provocar condicionamiento fue aversivo, una descarga eléctrica.

En el condicionamiento clásico vio Watson la explicación lógica de cómo se desarrollaba y modificaba la conducta. Watson pensaba que los estudios de Pavlov revelaban que todas las formas de conducta, independientemente de su complejidad, se podían reducir a una serie de patrones estímulo‑respuesta. Opinaba que la tarea de la psicología era estar en condiciones de determinar que estímulos habrían de producir una respuesta particular.

El Condicionamiento Operante



El condicionamiento clásico constituye un proceso fundamental de aprendizaje. Para muchos psicólogos hay un segundo proceso de aprendizaje, el condicionamiento instrumental u operante, que se diferencia del condicionamiento clásico en sus leyes y principios fundamentales.

En la misma época que Pavlov trabajaba en Rusia, un psicólogo americano, E. L. Thorndike, estudiaba la relación entre el comportamiento de los animales y los sucesos contextuales significativos (premios o castigos). Al igual que los experimentos de Pavlov fueron los precursores del condicionamiento clásico, los experimentos de Thorndike lo fueron del condicionamiento operante.

Thorndike estableció las bases de un principio simple pero importante, que se llamó ley del efecto, la cual afirma que cuando una respuesta es reforzada se hace más fuerte en el sentido que tenderá a repetirse en el futuro. La ley del efecto fue la piedra angular del condicionamiento operante. Thorndike llegó a esta conclusión tras una serie de experimentos con gatos, perros y gallinas que encerraba repetidamente en cajas experimentales (llamadas cajas problema).

En uno de sus principales experimentos, Thorndike colocó a unos gatos hambrientos en una caja problema, cuya puerta se abría cuando se golpeaba un pestillo situado dentro de la jaula, permitiendo así al gato acceder a la comida que se encontraba en el exterior junto a la caja. Cuando Thorndike introdujo por primera vez a los gatos en la jaula, estos se agitaban desordenadamente de un lado para otro, como buscando la forma de escapar. Sin embargo, después de cierto tiempo los gatos golpeaban inevitablemente el pestillo permitiéndoles comer tras abandonar la jaula. A medida que se repetía esta situación, la conducta de los gatos fue haciéndose más eficaz, necesitando cada vez menos tiempo para golpear el pestillo en los siguientes ensayos. Había aparecido un aprendizaje, los gatos habían adquirido una nueva conducta ante cierta situación, fruto de la experiencia. A este tipo de aprendizaje se le denominó instrumental u operante, porque la conducta del animal era instrumental para obtener la consecuencia deseada (en este caso la comida).

En el condicionamiento operante, igual que en el clásico, el estímulo utilizado, para producir aprendizaje, puede ser positivo o aversivo. Un ejemplo de condicionamiento instrumental aversivo consiste en administrar al animal, a través de una rejilla situada en el suelo de la jaula, una descarga eléctrica que el animal puede interrumpir apretando una pequeña palanca que sobresale de una de las paredes de la jaula. Al principio, el animal salta violentamente intentando escapar de la descarga y, como en el experimento de Thorndike, en algún momento golpea la palanca (que interrumpe la descarga). Tras un corto período de tiempo, el proceso vuelve a repetirse y se observa que a medida que avanza el entrenamiento el animal aprende a interrumpir la descarga inmediatamente después de su presentación. La respuesta, al igual que en el caso anterior, es instrumental para escapar de la descarga dolorosa.

Posteriormente, Skinner, psicólogo neoconductista distinguió entre conducta respondiente y conducta operante. La conducta respondiente es aquella elicitada por el estímulo mientras que la conducta operante es la emitida libremente por el individuo.
Según Skinner los elementos básicos del condicionamiento instrumental u operante son:
El estímulo discriminativo que hace que se desencadene la conducta al indicar que el refuerzo está disponible.
La respuesta que es emitida por el organismo, no evocado por el estímulo.
Y el refuerzo, que es cualquier estímulo que intensifica la conducta precedente. Existen reforzadores primarios positivos y negativos. Los primeros refuerzan de forma natural al organismo como la comida o la bebida. Los segundos son aquellos perjudiciales para el organismo como una descarga eléctrica. Cuando un reforzador negativo desaparece como consecuencia de la realización de una determinada conducta, la probabilidad de que se produzca dicha conducta aumenta.
Según sea el resultado positivo o negativo de la conducta del individuo y el tipo de reforzador deseable o aversivo se obtienen los cuatro procedimientos utilizados en condicionamiento instrumental u operante: recompensa, castigo, omisión y escape-evitación.

Skinner no defiende la utilización del condicionamiento de castigo porque cree que su efectividad es temporal y cuando la amenaza de recibir el castigo desaparece, vuelve a aparecer de nuevo la conducta no deseada que intenta hacer desaparecer. Cree que es más importante averiguar qué es lo que refuerza esta conducta no deseada para dejar de reforzarla.

Las diferencias entre el condicionamiento clásico y operante

Una de las formas más sencillas de recordar las diferencias entre el condicionamiento clásico y operante es centrarse en si el comportamiento es voluntario o involuntario. El condicionamiento clásico consiste en hacer una asociación entre una respuesta involuntaria y un estímulo, mientras que el condicionamiento operante se trata de hacer una asociación entre un comportamiento voluntario y una consecuencia.


En el condicionamiento operante, el alumno también es recompensado con incentivos, mientras que el condicionamiento clásico no implica ningún tipo de incentivo. Asimismo, recuerda que el condicionamiento clásico es pasivo por parte del alumno, mientras que el condicionamiento operante requiere al alumno a participar y realizar algún tipo de acción con el fin de ser recompensado o castigado de forma activa.


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