DIAGNÓSTICO Y ORIENTACIÓN
PSICOPEDAGÓGICA
4 CURSO GRADO DE EDUCACIÓN
PRIMARIA
Grupo “Clave de Fa”: Cristina Cuesta, Inés García y Andrea
Rodríguez
ESTUDIO DE CASOS
A continuación, presentamos un caso práctico para comenzar a
pensar en el proceso de Diagnóstico.
Lo que tenéis que hacer en vuestro grupo de trabajo es:
- Leer el caso que presentamos a continuación.
- Anotar todos aquellos datos que consideréis relevantes para decidir si hay que realizar o no una evaluación profunda del caso.
- Una vez tengáis los datos, discutid en grupo si consideráis que hay que llevar a cabo un proceso de evaluación.
- Discutid también si consideráis que es un caso para evaluar en el centro o sería conveniente derivar al Equipo de Atención Temprana correspondiente.
- Escribid cómo transmitiríais la decisión a la tutora.
CASO PRÁCTICO 1: GUSTAVO
Gustavo tiene 3
años y acaba de ingresar en el colegio. Los años anteriores ha estado en casa con su
madre, que no trabaja. Actualmente su madre acaba de tener otro bebé.
Estás en tu cuarta semana de colegio, y la tutora de Gustavo te
llama para que la ayudes con él, ya que ha detectado que tiene un
comportamiento “raro”. Dice que no habla apenas, y que cuando le pregunta nunca la mira. Sin
embargo, es muy espabilado
y se interesa mucho por
los números y las letras, parece que tiene fijación con ello. Si le pregunta a qué quiere
jugar, casi siempre responde “con los números”.
Hasta ahí ella no había pensado que le pasara nada raro, sino que
simplemente necesitaría adaptarse, pero el otro día sucedió algo muy raro. Puso una película en la
pizarra y Gustavo salió corriendo a esconderse en el baño, como si
tuviera miedo. De vez en cuando se asomaba por la puerta, pero en seguida se
volvía a esconder. La tutora fue a preguntarle y empezó a frotarse las manos, muy
nervioso y a esconderse de ella también.
Le has preguntado a la tutora si la película era de miedo o había
algún monstruo, y la tutora te responde que no, que era una película de dibujos
animados normal. También le has preguntado si le ha pasado con algo más, ella
te responde que a veces le sorprender frotándose las manos y sacudiendo la cabeza, y
cree que es cuando se pone nervioso, sobre todo cuando hacéis fichas en clase.
Además, te dice que no se relaciona con sus compañeros apenas, pero que le gusta
mucho perseguir a un niño que es más pequeño de estatura de él dice que es su
amigo, pero cuando se acerca a él lo empuja y a veces golpea. La tutora dice
que cree que es su forma de relacionarse, y que no cree que quiera pegarle.
Lo que más le preocupa a la tutora es que tenga algún trastorno
porque dice que es muy raro, que no la mira, o que cuando la mira es una mirada
“rara”, no juega con otros
niños, le encantan los números y, recientemente ha descubierto que dibuja fenomenal. Y ahora esto de salir corriendo y frotarse las
manos cuando pone vídeos en la pizarra.
La tutora acude a ti para que la orientes, porque según ella no
sabe si es normal o no el comportamiento de Gustavo.
Le has preguntado si ha hablado con los padres y cómo son, y te responde que son muy raros, que son de Paraguay y hablan
con palabras extrañas, y además que el padre le parece un prepotente y la madre apenas habla, pero “va de superior”. Al preguntarle por qué
piensa tales cosas, te responde que cuando se reunió con ellos para preguntarle
por Gustavo y su comportamiento, los padres le dijeron que a su hijo no le
pasaba nada, que quizás sea ella la que no sabe tratarle porque es muy
inteligente y puede que se aburra en la escuela. Ella les comentó el incidente
del vídeo, y los padres respondieron que nunca antes en casa había manifestado
esa conducta y que tendría que revisar qué vídeos ponía. Todo esto lo dijo el
padre mientras la madre permanecía callada y muy estirada.
Con todos estos datos, realiza las cuestiones anteriormente
enunciadas.
2. Después de leer el documento con detenimiento, consideramos que no habría que realizar un proceso de evaluación profunda al caso, pero sí un seguimiento continuo para descartar cualquier anomalía y sobre todo como medida preventiva.
Hay que tener en cuenta que la edad del alumno es de 3 años y que por lo tanto ciertas actitudes y comportamientos pueden deberse a la edad que tiene y a su contexto familiar y social, debido a que recientemente ha tenido un hermano y consideramos que su familia puede que no les preste la atención necesaria, aun así, no descartamos que pueda poseer algún tipo de diversidad funcional a corto o largo plazo (autismo) y si es así está en la edad idónea para tratarlo en el EAT (Equipo de Atención Temprana). Tampoco descartamos que pueda tener algún trauma infantil, debido alguna situación que haya vivido en su entorno próximo y eso provoque que a veces no sepa reaccionar ante situaciones cotidianas y le impide relacionarse con los demás.
3. Después de mantener una tutoría con la familia, se realizará un proceso de seguimiento a través de la observación directa e indirecta, procurando que el alumno no sea consciente de dicho proceso para que no se sienta incómodo y actúe con normalidad. El objetivo de dicha observación es ver si las actitudes y comportamientos se repiten de manera consecutiva a lo largo del curso escolar o se deben a hechos aislados o puntuales.
Creemos que la observación será un buen punto de partida para analizar la relación que tiene entre sus iguales, aunque no descartamos que haya que hacer un seguimiento a la familia debido a las actitudes mostradas en la tutoría inicial.
4. En un principio consideramos que el caso debería de evaluarse en el propio centro en función de los resultados, pero si las observaciones que se realicen a lo largo del curso hicieran denotar que el alumno en cuestión, necesitará una evaluación en profundidad sería conveniente contactar con el EAT (Equipo de Atención Temprana) y que ellos sean los encargados de derivar el caso si lo ven ventajoso para que el alumno mejore, sobre todo a la hora de mantener relaciones con sus iguales y lo haga de manera fluida y adecuada.
5. Nos remitiremos a la tutora del centro para ponernos en manifiesto una vez analizado el caso en cuestión, pensamos que habría que tratar el asunto con la mayor normalidad posible, intentando hacerle ver a la tutora, que tanto la familia como su entorno más próximo tiene que facilitar la interacción con el alumno, procurando estimular al niño para que mejoren las relaciones sociales con sus compañeros/as y que a su vez esto permitiera ver si las circunstancias mostradas en el caso se tratan de hechos permanentes o situaciones aisladas, y una vez comprobadas, ver de qué forma se pueden tratar, sobretodo porque a estas edades es importante que el niño mantuviera una buena relación con sus iguales, desarrollando habilidades sociales y emocionales más que potenciar sus habilidades intelectuales y cognitivas aunque también es conveniente no dejarlas de lado, pero siempre teniendo en cuenta la edad que tiene el sujeto y priorizando lo más relevante para que el alumno pueda mejorar.
También sería conveniente hacerle un seguimiento a la familia y el entorno, ya que por las cosas mostradas en el caso pueden contribuir a que el niño no evolucione de manera emocional y a su vez, sus padres ejerzan una presión por desarrollar más sus funciones y habilidades cognitivas más que las sociales, situación que sería un error.
Sí después de todo lo mencionado el alumno no denota cambios, se deberá derivar el caso al EAT (Equipo de Atención Temprana) para que le haga un seguimiento más en profundidad.
Hay que tener en cuenta que la edad del alumno es de 3 años y que por lo tanto ciertas actitudes y comportamientos pueden deberse a la edad que tiene y a su contexto familiar y social, debido a que recientemente ha tenido un hermano y consideramos que su familia puede que no les preste la atención necesaria, aun así, no descartamos que pueda poseer algún tipo de diversidad funcional a corto o largo plazo (autismo) y si es así está en la edad idónea para tratarlo en el EAT (Equipo de Atención Temprana). Tampoco descartamos que pueda tener algún trauma infantil, debido alguna situación que haya vivido en su entorno próximo y eso provoque que a veces no sepa reaccionar ante situaciones cotidianas y le impide relacionarse con los demás.
3. Después de mantener una tutoría con la familia, se realizará un proceso de seguimiento a través de la observación directa e indirecta, procurando que el alumno no sea consciente de dicho proceso para que no se sienta incómodo y actúe con normalidad. El objetivo de dicha observación es ver si las actitudes y comportamientos se repiten de manera consecutiva a lo largo del curso escolar o se deben a hechos aislados o puntuales.
Creemos que la observación será un buen punto de partida para analizar la relación que tiene entre sus iguales, aunque no descartamos que haya que hacer un seguimiento a la familia debido a las actitudes mostradas en la tutoría inicial.
4. En un principio consideramos que el caso debería de evaluarse en el propio centro en función de los resultados, pero si las observaciones que se realicen a lo largo del curso hicieran denotar que el alumno en cuestión, necesitará una evaluación en profundidad sería conveniente contactar con el EAT (Equipo de Atención Temprana) y que ellos sean los encargados de derivar el caso si lo ven ventajoso para que el alumno mejore, sobre todo a la hora de mantener relaciones con sus iguales y lo haga de manera fluida y adecuada.
5. Nos remitiremos a la tutora del centro para ponernos en manifiesto una vez analizado el caso en cuestión, pensamos que habría que tratar el asunto con la mayor normalidad posible, intentando hacerle ver a la tutora, que tanto la familia como su entorno más próximo tiene que facilitar la interacción con el alumno, procurando estimular al niño para que mejoren las relaciones sociales con sus compañeros/as y que a su vez esto permitiera ver si las circunstancias mostradas en el caso se tratan de hechos permanentes o situaciones aisladas, y una vez comprobadas, ver de qué forma se pueden tratar, sobretodo porque a estas edades es importante que el niño mantuviera una buena relación con sus iguales, desarrollando habilidades sociales y emocionales más que potenciar sus habilidades intelectuales y cognitivas aunque también es conveniente no dejarlas de lado, pero siempre teniendo en cuenta la edad que tiene el sujeto y priorizando lo más relevante para que el alumno pueda mejorar.
También sería conveniente hacerle un seguimiento a la familia y el entorno, ya que por las cosas mostradas en el caso pueden contribuir a que el niño no evolucione de manera emocional y a su vez, sus padres ejerzan una presión por desarrollar más sus funciones y habilidades cognitivas más que las sociales, situación que sería un error.
Sí después de todo lo mencionado el alumno no denota cambios, se deberá derivar el caso al EAT (Equipo de Atención Temprana) para que le haga un seguimiento más en profundidad.
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